Bruxismo

Tratamiento con toxina botulínica para aliviar el rechinamiento de dientes, reduciendo el dolor mandibular y protegiendo los dientes.

¿Qué es el tratamiento para el Bruxismo?

El bruxismo es una condición en la que una persona rechina, aprieta o molesta los dientes de manera involuntaria, generalmente durante el sueño. Este comportamiento puede provocar desgaste dental, dolor mandibular, dolores de cabeza y trastornos del sueño. El tratamiento con toxina botulínica (Neuromoduladores) es una solución efectiva para aliviar los síntomas del bruxismo. Al inyectar la toxina en los músculos responsables del apretamiento excesivo de la mandíbula, se reduce su actividad, lo que ayuda a aliviar el dolor, prevenir el daño dental y mejorar la calidad del sueño.

El procedimiento es rápido, dura unos 15-30 minutos, y no requiere tiempo de inactividad. Los resultados comienzan a notarse en unos pocos días y pueden durar entre 3 y 6 meses, después de los cuales puede ser necesario un retoque.

¿Cómo funciona?

Los efectos del tratamiento con toxina botulínica suelen durar entre 3 y 6 meses, dependiendo del metabolismo del paciente.

El tratamiento es mínimamente invasivo y generalmente no es doloroso. Se puede utilizar una crema anestésica para minimizar cualquier molestia durante las inyecciones.

Los beneficios suelen ser visibles en unos pocos días, con una reducción significativa del rechinamiento y alivio del dolor mandibular.

Los efectos secundarios son mínimos y pueden incluir inflamación, enrojecimiento o pequeños hematomas en el área tratada, que suelen desaparecer en pocos días. El procedimiento es seguro y eficaz cuando es realizado por profesionales cualificados.